Jerimiah 29:11 Reads  

“For I know the plans that I have for you,' declares the LORD, 'plans for prosperity and not for disaster, to give you a future and a hope.” 

This time of year, we hear this often quoted to our young people who are coming up on big life changes as they graduate from High School or College.  It is a comforting thought for any of us to remember that God does care about us enough to have plans for each of us, and that those plans are for good.  The context of this passage is a lot more complicated, and it may be even more appropriate for all of us living today. 

In Jeremiah Chapter 28, we see that God’s people are in exile in Babylon and Hananiah prophesies that within two years God is going bring back to this place all the vessels of the LORD’s house, and all the exiles “for I will break the yoke of the king of Babylon.”  This would have been good news that would be eagerly accepted by the Jews living in Babylon. The news that they expected to hear sometime after they were conquered and taken to live away from their Holy Land.  But Jeremiah learns from God that this is false prophesy, speaks against Hananiah and that same year, Hananiah dies. 

In Chapter 29, we learn God’s REAL message to his people in Exile:  

"This is what the LORD of armies, the God of Israel, says to all the exiles whom I have sent into exile from Jerusalem to Babylon:  'Build houses and live and plant gardens and eat their produce.  'Take wives and father sons and daughters, and take wives for your sons and give your daughters to husbands, so that they may give birth to sons and daughters; and grow in numbers there and do not decrease.  'Seek the prosperity of the city where I have sent you into exile, and pray to the LORD in its behalf; for in its prosperity will be your prosperity.'  "For this is what the LORD of armies, the God of Israel says: 'Do not let your prophets who are in your midst or your diviners deceive you, and do not listen to  your dreams which you dream.” 

This message is important for Christians living in the world, since we are all “citizens of Heaven” and therefore are exiles here.  How to live as an exile according to scripture is summed up in this passage well.  Though we can’t live in Heaven with God for eternity yet, we CAN strive to make wherever we ARE living a reflection of His care, His love and His abundance.  In this, it is easy to be distracted with the message our ears itch to hear, that God is coming to defeat the oppressors and lay them to waste, rescuing all of us from them.  These messages may even come from our own thoughts and dreams.  Instead, God urges us to make good lives where we are, to pray for those around us, and to make their lives better as well. 

Next, we learn that in time, when seventy years have been completed, God will bring them back to Jerusalem.  It is with this backdrop that we hear the words: 

“For I know the plans that I have for you,' declares the LORD, 'plans for prosperity and not for disaster, to give you a future and a hope.” 

What those plans are is in itself beautiful, and universal for us as Christians.  Verses 12-14 read: 

“Then you will call upon Me and come and pray to Me, and I will listen to you.  'And you will seek Me and find [Me] when you search for Me with all your heart.  'I will let Myself be found by you,' declares the LORD, 'and I will restore your fortunes and gather you from all the nations and all the places where I have driven you,' declares the LORD, 'and I will bring you back to the place from where I sent you into exile.” 

God’s plan is not to curse us, but to call us home to be with Him in Heaven.  It will not be when we expect it, and we are not to fight against the powers of this world to make it happen, but it WILL happen.  God has plans for us, and they are better than the plans we have for ourselves, just as he had plans for Israel that were better than all their plans throughout the Old Testament.  I would encourage you to continue using Jeremiah Chapter 29, Verse 11 to inspire and comfort our new graduates, and use it to inspire yourself and all the Children of God to remember that He cares for them, and that our time in this world is just a part of that plan, which is beyond our understanding, but is most certainly for our good. 

May God Bless and Keep you, 

Lance 

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Jeremías 29:11 Lecturas  

"Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, dice el Señor, planes de prosperidad y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza". 

En esta época del año, escuchamos esto a menudo citado a nuestros jóvenes que se enfrentan a grandes cambios en la vida al graduarse de la escuela secundaria o la universidad.  Es un pensamiento reconfortante para cualquiera de nosotros recordar que Dios se preocupa por nosotros lo suficiente como para tener planes para cada uno de nosotros, y que esos planes son para bien.  El contexto de este pasaje es mucho más complicado, y puede ser incluso más apropiado para todos los que vivimos hoy. 

En el capítulo 28 de Jeremías, vemos que el pueblo de Dios está en el exilio en Babilonia y Hananías profetiza que dentro de dos años Dios va a traer de vuelta a este lugar todos los utensilios de la casa de Jehová, y todos los exiliados "porque yo romperé el yugo del rey de Babilonia".  Esta habría sido una buena noticia que sería aceptada con entusiasmo por los judíos que vivían en Babilonia. Las noticias que esperaban escuchar en algún momento después de que fueran conquistados y llevados a vivir lejos de su Tierra Santa.  Pero Jeremías se entera de Dios de que se trata de una falsa profecía, habla en contra de Ananías y ese mismo año, Ananías muere. 

En el capítulo 29, aprendemos el VERDADERO mensaje de Dios a su pueblo en el exilio:  

"Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, a todos los desterrados que he enviado al cautiverio de Jerusalén a Babilonia: 'Construyan casas, vivan y planten huertos y coman sus frutos.  "Tomad mujeres y engendrad hijos e hijas, y tomad mujeres para vuestros hijos, y dad vuestras hijas a vuestros maridos, para que den a luz hijos e hijas; y crecen en número allí y no disminuyen.  Buscad la prosperidad de la ciudad a la que os he enviado al destierro, y rogad al Señor por ella; porque en su prosperidad estará vuestra prosperidad'.  "Porque así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: 'No te engañen tus profetas que están en medio de ti ni tus adivinos, ni escuches los sueños que soñas'. 

Este mensaje es importante para los cristianos que viven en el mundo, ya que todos somos "ciudadanos del Cielo" y, por lo tanto, somos exiliados aquí.  Cómo vivir como un exiliado según las Escrituras se resume bien en este pasaje.  Aunque todavía no podemos vivir en el Cielo con Dios por la eternidad, PODEMOS esforzarnos por hacer que dondequiera que estemos viviendo sea un reflejo de Su cuidado, Su amor y Su abundancia.  En esto, es fácil distraerse con el mensaje que nuestros oídos pican escuchar, que Dios viene a derrotar a los opresores y a destruirlos, rescatándonos a todos de ellos.  Estos mensajes pueden provenir incluso de nuestros propios pensamientos y sueños.  En cambio, Dios nos insta a hacer buenas vidas donde estamos, a orar por los que nos rodean y a mejorar sus vidas también. 

A continuación, aprendemos que con el tiempo, cuando se hayan cumplido setenta años, Dios los traerá de vuelta a Jerusalén.  Es con este telón de fondo que escuchamos las palabras: 

"Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, dice el Señor, planes de prosperidad y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza". 

Lo que son esos planes es en sí mismo hermoso y universal para nosotros como cristianos.  Los versículos 12-14 dicen: 

"Entonces me invocarás y vendrás a orarme, y yo te escucharé.  "Y me buscaréis y me hallaréis, cuando me busquéis de todo vuestro corazón.  "Dejaré que me encuentres", dice el Señor, "y restauraré tu fortuna y te reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde te he expulsado", dice el Señor, "y te haré volver al lugar de donde te envié al destierro". 

El plan de Dios no es maldecirnos, sino llamarnos a casa para estar con Él en el Cielo.  No será cuando lo esperemos, y no debemos luchar contra los poderes de este mundo para que suceda, pero SUCEDERÁ.  Dios tiene planes para nosotros, y son mejores que los planes que tenemos para nosotros mismos, así como tenía planes para Israel que eran mejores que todos sus planes a lo largo del Antiguo Testamento.  Te animo a que continúes usando Jeremías Capítulo 29, versículo 11 para inspirar y consolar a nuestros nuevos graduados, y a usarlo para inspirarte a ti mismo y a todos los Hijos de Dios a recordar que Él se preocupa por ellos, y que nuestro tiempo en este mundo es solo una parte de ese plan, que está más allá de nuestro entendimiento.  pero sin duda es para nuestro bien. 

Que Dios te bendiga y te guarde, 

Lance 

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